En primer lugar expliquemos que es un ETF en lenguaje coloquial

Un ETF, o Fondo Cotizado en Bolsa por sus siglas en inglés (Exchange-Traded Fund), es como una canasta mágica de inversiones. Imagina que tienes una caja llena de diferentes tipos de acciones, como si fueran pedacitos de muchas compañías.

Cuando compras una parte de este ETF, estás comprando una pequeña porción de todas esas acciones dentro de la caja. Es como tener una porción de muchas empresas al mismo tiempo. La magia está en que puedes comprar y vender estas partes en la bolsa de valores, como si fueran acciones regulares.

Los ETFs son populares porque te permiten diversificar tus inversiones fácilmente, sin necesidad de comprar cada acción individualmente. Además, suelen tener comisiones más bajas y son una forma sencilla de invertir en diferentes áreas del mercado, como tecnología, energía, o incluso en un índice que sigue el desempeño general del mercado.

Un ETF supondrá una revolución para Bitcoin y otras criptomonedas.

No todo el mundo está a bordo del tren de los ETF de criptomonedas. El potencial de estos vehículos de inversión ya se está haciendo realidad en mercados como Canadá.

Es como si se hubiera disparado un pistoletazo de salida y los inversores institucionales se lanzaran a la carrera, preparando el escenario para un cambio sísmico en el panorama financiero, con los ETF de criptomonedas siendo el pistoletazo de salida.

Un ETF de bitcoin está a punto de ser aprobado en Estados Unidos, y puede que no pase mucho tiempo antes de que veamos uno en Hong Kong o en cualquier otro lugar de Asia.

Los ETF son un negocio enorme. Solo BlackRock gestionaba alrededor de 3 billones de dólares en activos de clientes en ETF a finales de marzo de 2023 a través de una gama de acciones, bonos y materias primas.

La aprobación de los ETF de criptomonedas indica algo más que la aceptación generalizada: puede impulsar la madurez del mercado, establecer la estabilidad de los precios y fomentar la innovación, dando lugar a la creación de los ETF para una gama más amplia de activos digitales y tokens de finanzas descentralizadas (DeFi), de forma similar a la forma en que la aprobación del primer ETF en 1993 dio lugar a una diversa gama de ETF en la actualidad.

La carrera por los ETF de criptomonedas impulsa la custodia institucional

Para ser claros, no es sólo la tecnología de custodia lo que es disruptivo, sino también las normas de protección de los inversores impuestas a los custodios autorizados. A medida que las instituciones financieras tradicionales dan el paso y lanzan productos de trading relacionados con las criptomonedas en Estados Unidos, se dispara la demanda de soluciones de custodia de grado institucional.

La clave para los custodios de activos digitales es aprovechar la infraestructura existente y ofrecer servicios integrales para monetizar los activos digitales dentro de un marco operativo de alto nivel.

En este contexto, los custodios de activos digitales plenamente autorizados se convierten en socios de confianza que permiten a las instituciones financieras integrar los activos digitales en sus operaciones comerciales de forma segura, escalable y conforme a las normas.

La implantación de estos marcos no sólo dará cabida al crecimiento y la diversidad del mercado de las criptomonedas, sino que también aumentará la transparencia y la protección de los inversores, beneficiando tanto al sector como a sus participantes.

 

 

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