- Los depósitos de hogares y empresas fueron de 1,28 billones en julio, 25.600 millones menos que hace un año
- Muchas familias buscan llevar su dinero a otros productos que les ofrezcan más rentabilidad
Las familias han retirado de los bancos 19.500 millones de euros en lo que va de año, lo que supone prácticamente una merma del 2% del conjunto de sus depósitos bancarios, que siguen sin estar remunerados de una manera generalizada.
En conjunto, los depósitos bancarios de hogares y empresas en España se situaron en julio en 1,28 billones, 25.600 millones de euros menos que los 1,30 billones de euros que tenían en julio del año pasado. Además, si se compara con el pasado mes de junio, la reducción es de 13.200 millones de euros.
Por su parte, la retirada de depósitos por parte de las empresas ha sido aún mayor, ya que en julio se habían reducido un 4,2% respecto a un año antes.
El importe de los depósitos de los residentes en España más el de los que están en el extranjero se situó en 1,638 billones de euros en el séptimo mes del año, lo que se traduce en 14.700 millones de euros menos frente a junio y 57.500 millones menos con respecto al mismo mes del año anterior.
Las familias retiran 5.500 millones en un mes
En general, desde que comenzara el año, las familias han ido retirando fondos paulatinamente de sus cuentas, salvo en los meses de abril y junio. Esa retirada de fondos responde a la necesidad de hacer frente al incremento de gastos derivado de la elevada inflación (que hace que las familias tengan que gastar más en afrontar las compras) y también a su interés por encontrar productos que les ayuden a sacar algo de rentabilidad a sus ahorros.
Y es que, ante la negativa hasta el momento de la gran banca a remunerar los depósitos, las familias están tendiendo a traspasar su dinero a fondos u otros productos que ofrezcan algo de rentabilidad.
Se trata de un cambio de rumbo respecto a la tendencia relativamente reciente de los hogares de aumentar de forma sostenida los depósitos bancarios a medida que empeoraba la crisis económica en la que desembocó la pandemia del coronavirus, que estalló en marzo de 2020, en una actitud de prudencia a la hora de gastar.